La tradición vinícola de Ronda es antiquísima, los primeros registros datan del 47- 44 a.C, cuando Ronda era la ciudad ibero romana de Acinipo. En el museo arqueológico de Ronda se conservan monedas de esta época en el que se constata el tópico del racimo de uva en las acuñaciones de monedas, lo que sin duda demuestra la importancia que la vid tenía en la base económica de la ciudad en aquella época.

Actualmente Ronda tiene un número importante de Bodegas rondando casi la treintena. Los tipos de uva que se crían en nuestra zona son muy variados: Tempranillo, Merlot, Syrah, Cabernet Sauvignon, Garnacha,…

Las Bodegas a visitar son las bodegas más prestigiosas a nivel de elaboración, con los vinos de mayor calidad y con mayor número de premios obtenidos.

Son Bodegas principalmente familiares, y donde la pasión destacan en todos los procesos, desde la crianza de la uva hasta la elaboración final de los caldos.

Las bodegas en Ronda ocupan zonas privilegiadas paisajísticamente hablando, con vistas espectaculares a las Sierras de Ronda o a la Garganta del Tajo de Ronda. La altitud media de los viñedos esta sobre los 850 metros sobre el nivel del mar pudiendo llegar hasta casi los 1000 metro de altitud.

Los vinos de Ronda son de una personalidad arrolladora, intensos, largos y muy bien definidos que han conseguido conquistar el paladar de todos, tanto de neófitos como de avezados catadores.

Las visitas siempre incluyen un paseo por los viñedos, se pasa a la sala de elaboración, donde se explica todo el proceso hasta el embotellado final. Se concluye con visita a la sala de crianza, descubriendo el proceso completo desde la viña hasta la degustación del vino.

La cata final siempre va acompañada por aperitivos fríos, y productos de calidad de la Serranía de Ronda: Queso Payoyo, Bondiola (Tipo caña de Lomo), y otros embutidos rondeños,…

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